martes, 4 de diciembre de 2012

Puedo pasarme días sin tus miradas cada medio segundo y con mis oídos tristes al no escuchar tu risa ni ver tu sonrisa llena de felicidad. Puedo pasarme días echándote de menos y escondiéndolo con un par de sonrisas forzadas  y un "estoy bien, me las arreglo sola". Pero no puedo esconder la felicidad que me corre por las venas cuando después de pasar días sin rozar tu piel, vuelvo a estar entre tus brazos.