lunes, 13 de junio de 2011

INFINITO

Que por qué me gustas? No lo sé. Quizá por tus ojos. Esos ojos que me hipnotizan. Tal vez por su sonrisa. Esa sonrisa que me hace sentir mariposas en el estómago. Por su boca, sus labios... Por sus pequeñas manías. Esas que tanto me desquician y que a la vez me gustan tanto de ella. Como morderse el labio o toquetearse el pelo cada dos por tres. Sus brazos. Esos brazos que desearía que me abrazasen a cada hora. A cada minuto. A cada segundo. Demasiado perfecta. Demasiado hermosa para ser realidad. Sus obsesiones. Aquellas por las que no vive y tanto coraje me dan, simplemente porque no puedo hacerlas realidad o porque yo no entro en ellas. Me gusta por su inseguridad. La que me asusta y me da escalofríos. Por cómo camina. Por ser distinto de los demás. Por no dejarse influenciar y ser siempre él mismo. Su sinceridad. Por su complicidad. Porque con una simple mirada, hace que se me pongan los pelos de punta y los nervios me coman vivo. Realmente no sé por qué la quiero como la quiero. Pero si fuese necesario, lo gritaría a los cuatro vientos, para que se enterara hasta la luna.